Fracture avanza a los jugadores hasta el año 2161, donde los desastres ecológicos y sismológicos han alterado radicalmente el paisaje del planeta, y un choque de ideologías coloca a la sociedad en el umbral de la guerra. Los jugadores ponen un pie en la línea del frente como Mason Briggs, un experto en demoliciones que lucha por la Alianza Atlántica. Enfrentados a los soldados genéticamente mejorados del ejército de Pacifican, los jugadores experimentarán una revolución en la guerra del siglo 22.
Al utilizar la mecánica de juego principal de Fracture, una tecnología destructiva conocida como Terrain Deformation, los jugadores están equipados con un arsenal de armamento futurista para remodelar estratégicamente su entorno sobre la marcha. Cada acción que realizan cambia la forma de la tierra de forma dinámica de formas que ningún videojuego ha visto jamás. Cuando Briggs lanza una granada tectónica en un campo de batalla nivelado, el suelo se dispara hacia arriba para proporcionar acceso a un área que de otro modo sería inalcanzable. Continuando, cuando se encuentra con lo que parece ser una estructura impenetrable, Briggs utiliza la funcionalidad de fuego alternativo en su lanzacohetes para crear enormes cráteres para excavar debajo de la pared. Rodeado por todos lados por enemigos, Briggs lanza una granada de vórtice, creando una masa de rocas, tierra y escombros que se arremolina como un tornado para despachar a sus enemigos. Estas son solo algunas muestras de las posibilidades de deformación del terreno. Los jugadores no solo cambian el campo de batalla, también cambian el aspecto de la batalla en sí.
